Los dientes de leche y los dientes definitivos son diferentes ya que cada uno tiene una función, una forma y una durabilidad diferente, es por eso por lo que es completamente normal que su color sea también diferente.
Para entender el color de los dientes es necesario hablar de las 3 estructuras o capas que los forman: el esmalte, la dentina y la pulpa, aunque solo las dos primeras capas afectan al color.
La parte del diente que es visible en la boca está recubierta por esmalte, la sustancia más dura del cuerpo humano y la capa mas externa del diente. El esmalte dental está compuesto en un 94% por minerales (hidroxiapatita cálcica) y en un 6% por material inorgánico. Cuanto más liso y uniforme sea, más luz reflejará y más brillo proporcionará al diente.
Esta capa es transparente, permitiendo observar el color amarillento de la dentina que, en realidad, es la que da coloración al diente. De la forma, grosor, calidad y composición de la dentina dependerá el color de los dientes, lo que se denomina “croma”. De hecho, dentro de un mismo individuo podemos observar dientes con distinta coloración. Un ejemplo clásico son los caninos, que tienen una dentina más gruesa y, por tanto, una coloración más oscura. Asimismo, el color en el diente no es uniforme, ya que es más claro en la parte del borde incisal (porque prácticamente todo es esmalte) y más oscuro en la que se ubica junto a la encía.
En conjunto, los colores de los dientes responden a una paleta de 20 tonos distintos y ningún diente es blanco absoluto. Además, el desgaste del esmalte, propio del uso y del paso del tiempo, hace que el color de los dientes se oscurezca progresivamente.
La anatomía de los dientes temporales es diferente en comparación con la dentición permanente.
Al estar compuestos por capas de esmalte y dentina muy finas, son más claros. Las capas delgadas de esmalte le ofrecen mayor translucidez mientras que la dentina, al tener un periodo de formación más corto, tiene menos capas y, por eso, es más blanca. Además, su composición con bajo contenido mineral y elevado porcentaje de sustancias orgánicas explican su relativa opacidad.
Por todo ello, el color de los dientes temporales es más blanco y de ahí su nombre común: dientes de leche. Los dientes temporales o de leche inician su recambio a los 6 o 7 años. Durante este proceso, los niños tendrán una dentición mixta, es decir, convivirán ambos tipos de dientes (temporales y permanentes), ocasionando una discrepancia de color, que desaparecerá una vez finalizado el La anatomía de los dientes temporales es diferente a la dentición permanente.
Una vez este recambio se haya producido, al unificarse el color del conjunto de los dientes, la sensación de diente amarillo es posible que desaparezca y, con ella, la necesidad del blanqueamiento.
El blanqueamiento dental es un tratamiento estético seguro y muy demandado, pero no es definitivo. El diente irá tiñéndose de nuevo debido al paso del tiempo y a los hábitos de cada persona. Consulta siempre con un especialista antes de llevar a cabo este tipo de tratamiento.